El concepto de dificultades de aprendizaje (DA) abarca cualquier dificultad notable que un niño encuentra para seguir el ritmo de aprendizaje en consonancia con su nivel de edad y curso escolar. Puede manifestar en varias áreas o afectar únicamente a una, como puede ser el cálculo, el lenguaje o la escritura. Uno de los factores que pueden explicar la situación de dificultad de aprendizaje, es que exista un déficit en la capacidad atencional.
Definimos el déficit de atención (DA) como la dificultad de focalizar y/o mantener la atención que, de acuerdo con la edad del sujeto, se considera apropiada. Los niños que padecen déficit de atención actúan de forma despareja en las distintas actividades en las que se desenvuelven. En algunos aspectos parecen moverse con soltura y responsabilidad, mientras que en otras muestran serias dificultades.
Existen dos tipos:
- Con hiperactividad: desatención, desorganización, necesidad de mucha supervisión, dificultad para mantenerse sentado, golpeteo de los dedos, balancearse en la silla, hacer ruidos con la boca.
- Sin hiperactividad: desatención, distracción, desorganización, necesidad de supervisión, parecen no escuchar, su ejecución se caracteriza por la lentitud.
Podríamos enumerar como principales características de niños que tienen esta alteración la baja tolerancia a la frustración, suelen distraerse con cierta facilidad, presentan sensación de aburrimiento y son incapaces de controlar su propia conducta. Por ello, es en el colegio o actividades grupales donde podemos advertir con mayor facilidad la presencia del déficit de atención.
Por su parte, entre los síntomas encontramos desatención, impulsividad, hiperactividad, incapacidad de regular al atención o concentración durante el desarrollo de una actividad, incapacidad de esperar y planificar respuestas o acciones, incapacidad de permanecer quieto o la necesidad de estar en constante movimiento. En multitud de ocasiones, los síntomas citados podrían parecer a los padres actitudes desafiantes por parte del menor y suelen castigarse o provocar malestar ya que los niños no cumplen con las tareas encomendadas.
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