Para la gran mayoría, las vacaciones de verano han llegado a su fin y ahora toca adaptarse nuevamente a nuestro trabajo y rutina diarios. Según los expertos, este período suele prolongarse entre una y dos semanas y, de cara a evitar el síndrome postvacacional, es recomendable que la vuelta a nuestro día a día no se realice de manera brusca.

Ahora toca decir adiós a la plata, a la siesta, a trasnochar… Pero, ¿por qué realmente pensamos que iniciamos una etapa de “condena” al regresar de las vacaciones? Tendemos a idealizar las vacaciones y a pensar en el resto de año como una serie de calamidades. Pero la realidad es que ni las vacaciones son tan perfectas ni las semanas que restan tan horribles. Por ello, te dejamos estos consejos para asimilar el fin de las vacaciones y que el regreso a la rutina no se convierta en algo tedioso.

  • Pensando a corto plazo. En lugar de pensar cuándo tendremos un próximo período vacacional, que puede que sea dentro de varios meses, es mejor pensar en los planes del próximo fin de semana. La meta corta estimula, la muy larga, incomoda.
  • De vacaciones todo el año.Es muy útil incorporar hábitos de las vacaciones a la rutina del trabajo. Por ejemplo, el hecho de desayunar con tiempo leyendo el periódico es algo asociado al tiempo libre, pero es posible hacerlo sin mayor esfuerzo cada día antes de ir a trabajar.
  • Adiós con el corazón. Es muy difícil volver a la rutina pensado lo mucho que se ha disfrutado durante las vacaciones. Hay que enfrentarse al día a día con los aspectos más agradables de la rutina y olvidar aquellos pensamientos que nos trasladen de nuevo al pasado y a opciones que ya no son factibles.
  • La vida es bella.Hay que respetar cada día el tiempo para uno mismo. Es necesario programar un tiempo de ocio personal -ya sean 15 minutos o 2 horas- pero se hace imprescindible un tiempo de disfrute personal para ajustar la vida a los nuevos ritmos de la rutina.
  • Baja ya de la nube.El ocio y la desconexión provoca una sensación de bienestar que hace que «la euforia vacacional» nuble la realidad, el día a día y las obligaciones. Las metas ha de ser muy concretas, medibles y realistas, de otro modo solo valdrá para caer en la frustración.
  • Come equilibrado y duerme bien.Es importante llevar una vida sana. No hacen falta dietas, basta con tener una alimentación equilibrada y practicar algo de deporte.

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