Iniciamos agosto y las vacaciones escolares avanzan. En ocasiones, el momento esperado durante largos meses de curso se transforma en un nuevo quebradero de cabeza para los padres. ¿Qué hacer con los niños durante casi tres interminables meses? ¿Hay que obligarles a repasar las asignaturas aunque hayan aprobado todo? ¿Ponerles deberes? ¿Apuntarles a idiomas o a practicar algún deporte? ¿Es aconsejable empujarles a leer? ¿Pueden levantarse a la hora que deseen? ¿Cuánto pueden ver la televisión? ¿Y estar delante del ordenador para jugar o chatear con los amigos?

Esas preguntas y otras muchas rondan por la cabeza de miles y miles de padres, que no saben muy bien qué hacer y cómo acertar. A continuación, presentamos algunos consejos para superar el verano con éxito.

• El verano es una buena época para que los niños aprendan a responsabilizarse de las cosas que les rodea. Deben ser capaces de organizar los tiempos y saber autorregularse.
• Una rutina suave.No es recomendable que los niños pequeños pierdan la idea de rutina que han adquirido durante el periodo escolar. Sin embargo, en el verano esa rutina debe modificarse y adaptarse a las circunstancias. Lo más idóneo es que se levante a  una hora que garantiza un descanso adecuado y deja margen para múltiples planes y actividades durante el día.
• ¿Deberes? Es más conveniente que el niño disfrute del verano y consiga airearse, aunque en cambio la lectura siempre es buena. Lo que sí deben hacer los padres es ayudar a los hijos a reencontrarse con la rutina escolar, ayudarles para evitar el síndrome postvacacional, por lo que a mediados de agosto es bueno que comiencen con pequeños ratos de estudio que no excedan los 50 minutos.
• Juegos tradicionales.En el verano hay mucho tiempo libre y algunos padres tienen manga ancha con los videojuegos y ordenadores, pero lo más positivo es que no dejen de usar nunca los juguetes de toda la vida, ya que la época estival es perfecta para que los pequeños socialicen más y salgan a la calle.
• Actividades en familia.El verano rompe con el ritmo frenético del resto del año, pero hay padres que no saben aprovechar ese tiempo libre para conocer más a sus hijos y divertirse con ellos.
• Colonias y campamentos.Son una idea muy buena, siempre que estén de acuerdo. Lo mejor es llevarles a campamentos que se adapten a sus gustos y aficiones.
• Vacaciones tranquilas.El tiempo libre y la idea de tranquilidad hay que transmitírsela a los hijos de una manera continuada. Los padres no deben dejar que durante el curso escolar los hijos no realicen apenas actividades para más tarde, exprimirles con una agenda repleta de idiomas o deportes. Lo crucial ante todo es que haya un buen ambiente familiar porque para los niños las vacaciones pueden convertirse en un suplicio y aprovechar sitios tranquilos para pasar unos días de relax.

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